Todo comenzó en Santa María Golf cuando se unió un pequeño grupo de golfistas y decidió buscar un terreno lo suficientemente grande para un campo de golf de 18 hoyos con campo de prácticas y también lo suficientemente grande para desarrollar un pequeño complejo residencial.
El grupo estaba encabezado por John Jenkins, editor, y Colin Mosely, ingeniero y diseñador con 25 años de experiencia directiva. Aunque el terreno elegido era considerablemente mayor de lo previsto, el sitio especialmente atractivo: ofrecía unas espléndidas vistas a las montañas y el mar y estaba situado entre densos bosques de pinos y alcornoques. El acceso desde la N-340 era excelente, quizá el mejor en toda la Costa del Sol. Se sabía que se estaba planificada una nueva autopista, lo que contribuiría a mejorar aún más la accesibilidad. Otra consideración importante fue el hecho de que el proyecto estaba en el municipio de Marbella, bien comunicado con los aeropuertos internacionales y sólo a dos horas y media de vuelo desde la mayoría de las capitales europeas. A pesar de los numerosos campos de golf en la zona, había déficit de instalaciones, algunos green fees eran excesivamente altos y en algunos clubes no aceptaban reservas de grupos. La proliferación de complejos vacacionales de time-sharing o tiempo compartido originaba una mayor demanda de golf. Igualmente se produjo en la Costa un aumento sustancial de golfistas no británicos. Anteriormente, el mercado del golf había estado dominado por los británicos. Sin embargo, los jugadores alemanes, escandinavos y españoles comenzaron a crear un nuevo e importante mercado. Las autoridades turísticas de Andalucía apostaban por fomentar el desarrollo de campos de golf en la zona y querían ver al menos diez nuevos campos en la Costa del Sol en los siguientes cinco años.
Se sabía que 1992 sería un año importante para España, miembro de pleno derecho de la Unión Europea, con la Expo de Sevilla, los Juegos Olímpicos de Barcelona y otras actividades que estimulan la economía y atraen el interés internacional. En ese momento, la situación del mercado turístico de golf en la zona era positiva y dio lugar a la confianza para el éxito de los planes de desarrollo de la empresa. A principios de 1987 se constituyó la filial española de Santa María Holdings S.A. y se adquirieron los terrenos de Marbella. En julio de 1989, el Ayuntamiento marbellí concedió la aprobación inicial del proyecto. Durante este proceso, todos los documentos fueron revisados para incorporar los cambios negociados y el plan urbanístico fue finalmente aprobado por el Colegio de Arquitectos. En 1989 se creó una empresa para poder vender acciones de golf a los futuros socios del club de golf. En 1991, se constituyó la empresa Santa María Golf Club, S. L, para alquilar el campo y facilitar la operatividad del club a largo plazo.
Estilo.
Hace algún tiempo, un conocido ex-jugador de la Ryder Cup y famoso comentarista de televisión escribió: «Aquí en Santa María Golf & Country Club tengo muchas ganas de ver y escuchar a la gente, admirando las vistas y disfrutando de la belleza y tranquilidad, al margen de los problemas de tratar de embocar desde un metro… Esto realmente es una delicia. Los árboles, la comodidad, incluso la gentileza, que es algo que falta hoy en día… Estar aquí y disfrutar será algo muy especial. Hay tantas cosas que hacer y todas casan maravillosamente: la Sala Ryder, el Cotton Bar, el tenis y los bolos… Me crié en un ambiente de golf y una de las cosas que echo de menos es la vida del club. Cuando yo ganaba torneos era el profesional en Parkstone con vistas al puerto de Poole y uno tenía que tratar con los socios. Para ser sincero, no me gustaban todos. Si había hecho algo mal, siempre chocabas con la persona equivocada… Oh, veo que no le fue muy bien… Se olvidó las veces que hice 68 y sólo recordaba cuando firmé 79. Pero eso era todo parte del aprendizaje y crecimiento, y escuchar las historietas y observar todos los pequeños matices que ocurrían en la Casa Club. Los coqueteos, las discusiones con el director, la vehemencia del secretario, el profesional de golf un poco adormilado, el greenkeeper que conocía cada brizna de hierba del campo, pero que no tenía títulos para probar que sabía de su trabajo… Todas esas cosas parecían encajar en su lugar maravillosamente bien… Pero creo que aquí en Santa María Golf & Country Club hay una oportunidad de recrear ese mundo hermoso que algunas personas piensan que hoy en día tristemente ya no existe. Se llama ESTILO». Sí, lo han adivinado: fue Peter Allis, uno de los mejores embajadores mundiales del golf. Estas palabras fueron escritas hace más de 20 años. ¿Y qué ha sucedido desde entonces? Una visita a Santa María confirma las palabras de Allis, y el golfista encontrará este club como uno de los más acogedores de la Costa. El objetivo era mantener el ambiente familiar que se creó en los primeros días y asegurar que los socios siguen disfrutando viniendo al club, ya sea para jugar al golf o para tomar algo y charlar.
Santa María Golf cuenta con una masa social verdaderamente internacional, que incluye catorce diferentes nacionalidades. Desde el principio la integración de los socios se alentó mediante la mezcla con visitantes en algunos torneos, en especial el Sunday Texas Scrambles y competiciones Stableford. Los socios se mezclaron con los visitantes y así los golfistas se conocieron, jugaron, hablaron y se hicieron amigos, y ésta era y sigue siendo la esencia de Santa María.
Colin Mosely ha sido el director de Golf de Santa María desde sus inicios y ha vivido los momentos buenos y los difíciles. Aunque Colin está ahora semiretirado, sigue siendo parte de la gerencia y trabaja con carácter consultivo. El actual director de Golf es Alfredo Ramiro Oregui, que es bien conocido por los socios. Alfredo ha sido el director financiero durante muchos años y sigue desempeñando también ahora este trabajo. Le deseamos todo lo mejor en su nuevo papel y sabemos que puede contar con el apoyo del personal.
Problemas y soluciones.
En los primeros años, la finca de Santa María Golf sufrió gravemente varios incendios forestales. El primero y el peor de ellos fue el de septiembre de 1987 y destruyó unas 200 hectáreas. Esto ocurrió antes de que se construyera el campo de golf, por lo que había muy poca protección. Ahora se reconoce que un campo de golf y de regadío es la mejor forma de mantener a raya el fuego. Otro problema que ya ha sido superado era el de los daños causados por los jabalíes. La instalación de vallado perimetral eléctrico ha tenido éxito y no se ha registrado ningún daño durante los últimos cinco años. Cuatro proyectos que tuvieron un gran impacto en el campo de golf fueron la estación depuradora (EDAR), la eliminación de las torres de alta tensión y soterramiento de cables de alta tensión, la construcción de la autopista y el nuevo puente, que constituye el vínculo de unión de la propiedad entre el este y el oeste del campo de golf original. La construcción de la depuradora causó pocos problemas, excepto por malos olores ocasionales. Ahora que se ha instalado el tratamiento terciario para purificar más el agua, hay poco o ningún olor y el crecimiento de los árboles camufla con eficacia la instalación. El agua reciclada se utiliza principalmente para el riego de campos de golf y finalmente la mayoría de campos se verá obligada a utilizar el agua tratada.
El de 1998 fue un año difícil para el campo de golf, y el personal de mantenimiento se involucró con el trabajo extra que se derivó de la construcción de la autopista, la instalación de nuevos cables subterráneos de alta tensión en el campo de golf y varias obras de reparación relacionadas con el desarrollo urbanístico. Todo este tiempo desviado que normalmente se gasta en el mantenimiento de campos de golf. La construcción de la autopista se inició en 1997. Las obras afectaron a tres hoyos –5, 6 y 15– y en menor grado al 14. La compañía tuvo éxito en ganar una batalla con los constructores de la Autopista del Sol en relación a un túnel de unos 150 metros de longitud, consiguiendo minimizar el impacto visual y sonoro y preservar la belleza del entorno. Gracias a una ardua planificación, afortunadamente no fue necesario interrumpir el juego seguido en los 18 hoyos. Se tomaron soluciones satisfactorias en relación con los cuatro hoyos afectados por las obras de la autopista, y los tees del 6 y el 15 aumentaron considerablemente de tamaño. El nuevo puente, de 130 metros de longitud, que une la propiedad, al este y al oeste del campo de golf original, ha sido un éxito y tenido muy poco impacto en el golf, y, como todos los buenos diseños, parece como si siempre hubiese estado ahí.
Ubicación.
Ubicado cerca de una de las mejores playas de Marbella, Santa María Golf goza de una posición privilegiada dentro de un bello entorno natural. Sólo dista cinco minutos en coche del centro de Marbella y poco más del cosmopolita Puerto Banús, y tiene fácil acceso a la carretera nacional, los enlaces y los aeropuertos internacionales de Málaga y Gibraltar. Con sólo un corto paseo hasta la playa, pasando por el centro comercial de Elviria, la ubicación de Santa María Golf es insuperable.
La Casa Club.
La Casa Club es un impresionante cortijo de dos plantas del siglo XIX rodeado de amplios jardines. Las instalaciones exteriores incluyen dos pistas de tenis, dos putting greens, redes para prácticas y piscinas. Dentro de la Casa Club principal están las oficinas administrativas, una sala de billar, un gran salón y un restaurante. El Restaurante Ryder es muy utilizado para las reuniones de los socios. En los últimos años se ha construido un nuevo restaurante con vistas al campo y se ha creado una amplia pro shop y área de caddy-masters. La última novedad ha sido la instalación de una cabaña de starters junto al tee del hoyo 1.
Socios.
La intención original era tener la misma disponibilidad de horarios de salida para socios y visitantes que pagan green fee, y este objetivo sigue vigente. Los beneficios disponibles para los socios incluyen salidas en horas punta, competiciones de club normalmente los miércoles y los domingos y partidos de liga. Hay 18 competiciones «Honours Board» cada año, y el Campeonato del Club se disputa durante dos días. Otros beneficios incluyen actividades sociales y organización de salidas para jugar en otros campos de golf. En Semana Santa hay cenas con baile junto con la Copa 007 patrocinada por John y Maggie Armstrong, y otros eventos tienen lugar durante el Día de los Capitanes y el Campeonato del Club. También se dispone de tenis, billar, piscina, gimnasio, sauna y descuentos en restaurantes. Se están trabajando en la actualidad para iniciar un campeonato de bridge y ya han mostrado interés 40 socios. Hay varias opciones disponibles para hacerse socio, incluyendo la modalidad básica, la ilimitada y la de todo incluido con buggy. El profesional del club ofrece clases privadas o en grupo tanto en inglés como en español, y también están disponibles reparaciones de palos y empuñaduras. Los socios están representados por un Comité que se reúne mensualmente, con la excepción del verano.
El Trofeo del Presidente.
A principios de 2007, el Presidente de Santa María Golf, el Sr. Abdulla Saudi, anunció que le gustaría ver un evento anual por invitación para agradecer a todas aquellas personas que habían hecho una contribución significativa al crecimiento y éxito del Club. La primera edición del Trofeo del Presidente se jugó el sábado 20 de octubre y 100 jugadores, incluidas autoridades municipales, antiguos capitanes y miembros del Comité, turoperadores de golf y primeros socios del Club fueron agasajados con una bolsa de regalos que contenían muchos accesorios, todo con el logo de Santa María Golf, un galeón de tres mástiles. El campo estuvo impecable y el tiempo, perfecto. Cerca de 200 jugadores y acompañantes fueron invitados por la noche al hotel Don Carlos a un cóctel seguido por la ceremonia de entrega de premios y una magnífica cena.
“Nuestra calidad está en nuestro personal”
Amigo del Rey Juan Carlos, Medalla al Mérito Civil, banquero de éxito, el libio Abdulla Saudi es el presidente de Santa María Golf & Country Club, el complejo golfístico enclavado en Marbella que este año celebra su vigésimo aniversario.
-¿Cuáles son sus recuerdos de Santa María Golf la primera vez que vine aquí?
-Me involucré personalmente en el proyecto a finales de 1997, no antes, pero había un grupo de inversionistas que vinieron durante la década de los 90 y adquirieron los terrenos. Ellos lo tomaron más como un proyecto inmobiliario que como campo de golf. Por supuesto, como es sabido, en estos proyectos de bienes raíces siempre se necesita algo más que apartamentos: se necesitan buenas instalaciones, un campo de golf, otras características especiales, etc. Había sólo nueve hoyos cuando se compró la propiedad, y luego se añadieron los otros nueve hoyos. Estamos muy orgullosos del campo porque hemos sido capaces de mantener un buen número de socios, así como un número importante de visitantes que lo está utilizando de vez en cuando.
-¿Qué relación había tenido con el golf antes de llegar a Marbella?
-Fui presidente del Club de Golf de Trípoli desde 1964 hasta 1970. Fue el único campo de golf de importancia en esa época, aunque yo no lo creé, sino que era sólo un socio y luego presidente. Yo era un jugador de baloncesto y no fui elegido presidente del Club de Golf de Trípoli por ser jugador de golf, sino porque ese club tenía dos aspectos: la parte social en la playa y la parte del campo de golf. Yo era más activo en el aspecto social. Cuando se hicieron las elecciones la parte social derrotó a la de los jugadores de golf, y fui elegido presidente. Un día fui al campo de golf y el profesional, que estaba enseñando a algunas personas, me dijo: “Tú eres el presidente y ni siquiera sabes cómo golpear una pelota con un palo de golf”. Le dije que yo estaba más acostumbrado a tirar bolas de mayor tamaño, de baloncesto, que a tratar de meter una pequeña bola en un pequeño hoyo. Y él me dijo: “Pruébalo y verás si puedes pegarla”. Y en vez de golpear la bola golpeé la arena. Así fue como me inicié en el golf. Desde entonces mi vida ha evolucionado y cambiado mucho, sobre todo después de lo ocurrido en Libia. En los años 60 se produjo la revolución de Gaddafi, que es un tipo que no cree en el deporte. Los terrenos del campo de golf se repartieron entre oficiales del ejército, que construyeron allí sus casas. Llegué a esta parte de España por primera vez en 1974, cuando empecé en Aresbank. Luego también fui nombrado presidente del Banco Atlántico. Cuando me jubilé del sector bancario, en 1995, me asocié con este grupo de inversionistas de aquí (Santa María Golf). Así que, aunque no soy un buen golfista, me gusta ver jugar buen golf. Y es por eso por lo que he seguido apoyando este proyecto, a pesar de las dificultades que están padeciendo en estos tiempos los sectores inmobiliario y de campos de golf.
-¿Qué está haciendo Santa María Golf para tratar de superar la crisis?
-Desde el primer día, nuestros planes eran a largo plazo. Creo en los ciclos, por lo que en los buenos tiempos no nos gastamos el dinero tontamente. Guardamos algunos ahorros y los usamos para asegurar la continuidad y la supervivencia del club. Hasta el momento se están gestionando bien las cosas, así que podemos ofrecer todos los elementos clave requeridos por los golfistas: un campo de golf muy bien cuidado, buen personal, caras sonrientes… aquí tenemos lo que me gusta llamar una pequeña familia. Y creo que hasta ahora hemos tenido mucho éxito.
-¿Cuánto tiempo cree que puede durar esta crisis?
-Creemos que la crisis puede durar tres años, no más de eso, y que para entonces veremos la luz al final del túnel. Esperamos que ocurra ciertamente eso: somos optimistas. Con lo que está ocurriendo, no sólo España está sufriendo, sino el mundo entero. Se está pasando por una verdadera recesión en estos momentos. Son problemas reales que no se pueden resolver en un corto período, así que creo que la situación seguirá algunos años. Yo creo en lo que llamamos siete años buenos y siete años difíciles. No va a durar más de siete años. Esta vez se trata ya de tres o cuatro años, pero esta es una situación diferente. España es un país grande y cuenta con grandes recursos naturales, así que tal vez sólo necesita una mejor administración.
-¿Cuáles son los principales elementos de éxito de una economía?
-España es un gran país turístico, tiene buena agricultura, es un buen país industrial hasta cierto punto, por lo que todos estos sectores podrían hacer un país de mucho éxito una vez que tengamos una buena gestión y los recursos adecuados. ¡Pero hay un muchos peros y no sólo aquí! Espero que podamos ver una dirección más agresiva en los próximos años.
-¿Cuáles son los puntos fuertes de Santa María en comparación con otros campos de golf en la zona?
-Nuestra calidad está en nuestro personal, y el campo de golf en sí tiene además un mantenimiento muy bueno.
-¿Cuál ha sido su mayor satisfacción como presidente de Santa María Golf?
-¡La satisfacción no es posible en estos días (risas)! Hay que aceptar la realidad. Desde el principio no he visto al campo de golf como una fuente de ingresos. Lo veo como un elemento de apoyo de todo el proyecto. Como usted sabe, hay un grupo de sociedades, Credoc, para todos los bienes inmobiliarios de aquí. Las cosas están tranquilas en la actualidad en el sector inmobiliario, pero creemos que Santa María Golf es necesaria para este proyecto global, por lo que lo mantendremos y seguiremos apoyándolo.
-En su opinión, ¿qué se debería hacer para mantener a Andalucía como uno de los destinos de golf más importantes de Europa?
-Yo describiría esta parte de España como un prodigio, por su clima, su ubicación, su naturaleza. Mucha gente se beneficia de todo esto, y eso significa servicios, seguridad, buenas carreteras y comunicaciones. El turismo seguirá viniendo a España. Tal vez no estamos viendo el mismo flujo de negocio, pero la zona sigue activa. Sólo se necesita una mejor gestión y atender las necesidades de los visitantes, lo que ellos demandan.
-¿Qué ha perdido y qué ha ganado Marbella en las últimas dos décadas, desde que usted llegó aquí por primera vez?
-Marbella ha perdido su imagen. Hay algunas personas que hicieron un buen trabajo, independientemente de su comportamiento personal. Gil (el ex alcalde), por ejemplo, creo que hizo un trabajo fantástico, nadie puede negar eso. Cuando llegué en 1974, para trasladarte desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad se tardaba dos horas, con carreteras pequeñas. Así que ha habido un gran desarrollo, muchos cambios, sobre todo en las carreteras, pero ocurrieron ciertos acontecimientos en Marbella, y sobre todo algunas personas, que dejaron una muy mala imagen y dañaron el nombre de la ciudad. Esto ha tenido un efecto. Después de todo, cuando sales de tu país para unas vacaciones lo que quieres es olvidarte de los problemas que tienes en casa. Quieres ir a un lugar tranquilo y disfrutar de un ambiente agradable, hacer lo que deseas hacer, pero cuando lees noticias sobre corrupción eso daña al país. Así que espero que con una buena gestión y planificación la imagen de Marbella pueda ser restaurada. Este lugar es fantástico.
-Ustedes han hecho un gran esfuerzo para mejorar las instalaciones del campo de golf, pero falta un campo de prácticas…
-Tengo que admitir que ésta ha sido una de nuestras debilidades, pero no era nuestra intención. Se planificó un bonito campo de golf y hasta se construyó la carretera hacia el norte, pero luego las administraciones nos lo paralizaron. No entiendo porqué, a pesar de tener las licencias de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Marbella. Dijeron que era terreno rústico, pero un campo de golf es verde, no son edificios. ¿Por qué lo pararon? Lo único en lo que estábamos interesados era en la construcción de un campo de golf y de una casa club. Incluso se construyeron las cubiertas para el campo de prácticas. Hemos cambiado nuestros planes y lo que estamos haciendo ahora, en estos momentos económicos difíciles, es sobrevivir en vez de expandirnos.
Un campo muy destacable.
Colin Mosely ha sido el Director de Golf de Santa María Golf & Country Club desde sus inicios y en su trayectoria ha atravesado muchos días oscuros cuando el dinero ó la falta de él amenazó la propia existencia del Club. Ahora en cambio, debido principalmente al buen trabajo en equipo, visión y dedicación, el campo de golf está por encima de muchos otros en la Costa del Sol. Con su casa club asentada sobre un antiguo cortijo del siglo XVIII, Santa María es un country club en el auténtico sentido del término, ya que incluye no sólo golf sino también piscina y canchas de tenis, además de club de bolos, con dos pistas de bowling de medidas reglamentarias internacionales. Desde el momento en que pasas con el coche por debajo del arco de entrada que da la bienvenida al club, uno se da cuenta de que Santa María es un complejo cuidado con esmero y que busca con ahínco el disfrute del cliente. Los setos están perfectamente recortados, las flores, relucientes, y los buggies permanecen alineados como soldados en un desfile. Una tienda bien surtida está supervisada por un amplio y diligente equipo de caddymasters.
Desde mi última visita, hace ya algunos años, se ha abierto un nuevo restaurante, y su ubicación es perfecta ya que sobrevuela tanto el green del 18 como el tee del 1. Su espacioso interior presenta una decoración moderna en la que no falta un techo de cañas de bambú y una amplia terraza. El equilibrado y variado menú tiene un precio moderado, y el club sandwich que me tomé estaba muy rico y bien presentado.
El campo de golf sigue los contornos de dos valles, y estando en el tee del primer hoyo aquellos que se ponen nerviosos al ser observados no lo pasarán bien con la multitud de rostros que escrutan su juego desde las ventanas del restaurante El hoyo de apertura de Santa María Golf parece más difícil de lo que realmente es. Mide sólo 289 metros (desde amarillas) y la sensación de peligro viene dada por el lago que yace enfrente, pero todo lo que se requiere para superarlo es una madera 3 y pegar preferiblemente recto para llegar a una generosa calle alineada por árboles que presenta una caída de derecha a izquierda. El golpe de tee que hay que evitar es el hook si no queremos acabar con la bola en remojo. El green, amplio y circular, está bien protegido por bunker al frente y por otro que permanece ocultos en la parte trasera izquierda. Un approach pasado de fuerza podría acabar rebotando en los vetustos olivos y con la bola desaparecida en combate. Entre los hoyos en mi opinión más destacables de Santa María Golf citaría el 6, 7, 11 y el 15. Desde el tee del 6, par 4, se divisa una enorme calle que parece ensancharse sin fin y que ofrece la primera oportunidad de abrir los hombros y pegar la bola sin apaciguar nuestra fuerza. La calle, que asciende con rapidez, se inclina de derecha a izquierda. El amplio green tiene forma circular, y un árbol en su extremo izquierdo puede originar problemas a un approach desde ese lado. El 7 es un maravilloso par 3 que sobrevuela un valle y acaba en un gran green bien protegido por bunkers y que presenta un pequeño escalón en el fondo. Aunque es corto (286 metros), el 11, par 4, puede estropearnos una buena tarjeta. Desde el tee, la vista es de una pequeña sección de calle abajo en un valle con un lago al fondo. La calle luego gira hacia la izquierda tras unos árboles y se encamina hacia el green. A un jugador que intente evitar el corner (sobrevolando los altos árboles), si le sale bien el golpe sólo le quedará un sencillo pitch a un green con forma de pera protegido por bunkers en su frontal y su parte trasera. Junto al green, a la derecha, hay un pequeño lago que se alimenta de las movidas aguas de una bonita cascada. El 15 es un par 3 de 154 metros que se juega desde un tee elevado a un green con forma de corazón que está en un nivel mucho más bajo y que, por la distancia, no parece mucho mayor que un sello. Hay mucha arena a escasa distancia del green en este bonito hoyo.
A pesar del calor de agosto, Santa María Golf presentaba bastante ocupación el día de mi visita, pero la razón por la que recibe tantos golfistas se hizo cada vez más evidente a medida que, durante mi recorrido, me iba percatando de lo bien cuidado que está el campo. La presentación del terreno de juego y la atención que se presta a los detalles en todo su entorno está cercana a la perfección, así que el grenkeeper y sus ayudantes merecen un gran reconocimiento. Santa María Golf tiene un importante número de socios, pero la gerencia del club, consciente de la necesidad de ingresos vía green fees de visitantes, extiende a todos los golfistas la cortesía que se da a los socios. Tiene todos los atributos de un club de golf de éxito, y su actitud con los golfistas visitantes debería de servir de ejemplo y lección a una minoría de clubes que fallan estrepitosamente en ese aspecto. Debo añadir una advertencia si se dirige al club en coche. Los badenes de las carreteras de acceso para reducir la velocidad son de cuidado, así que ándese con ojo si no quiere que se resientan los bajos de su vehículo. Queda avisado.
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