Ignacio García presenta los primeros dibujos en planta de la lujosa Casa Club de un nuevo Campo de Golf de Campeonato que el arquitecto diseña en los antiguos terrenos del ingenio azucarero de Dolores, en Caibarién, Cuba.
La presentación tuvo lugar en las oficinas que la entidad inversionista tiene en el Edificio de La Marina en La Habana Vieja. Se trata de la primera inversión de este tipo iniciada en Cuba en las últimas décadas que ha llegado tan lejos. El edificio principal, que incluye todos los servicios que necesita un Club de Golf de estas características de acuerdo con criterios de primerísima calidad, garantiza la autonomía funcional e independiente del campo de golf y no interfiere en la práctica deportiva, ni en la calidad paisajística de la instalación. La intención de la entidad inversionista es que se construya la Casa Club junto a las Ruinas del Ingenio Dolores, valiosas para los lugareños a pesar de encontrarse en mal estado de conservación. Las ruinas serían recuperadas por el equipo del arquitecto proyectista general de la inversión, mediante una acción de rehabilitación de los elementos arquitectónicos y un cambio de uso que justifique los gastos de la intervención. El nuevo uso, todavía sin definir, deberá ser compatible con el golf y tener una finalidad turística: instalación de ocio o restauración, equipamiento de carácter asistencial, administrativo o cultural, son las propuestas más sonadas. Las ruinas del Ingenio Dolores están constituidas por una construcción doméstica de la segunda mitad del siglo XIX (periodo colonial) vinculada a la industria azucarera, que forma parte de una unidad edificatoria conformada por la casa vivienda del dueño del ingenio, la torre mirador y restos del torreón y baluarte defensivo. Según el arquitecto Ignacio García, al frente del equipo de rehabilitación de «Ignacio García Golf Arquitectura», las prescripciones técnicas para el tratamiento de las ruinas del ingenio y su adecuación al Campo de Golf y a la Casa Club responden a las múltiples condiciones.
Por valor socio-testimonial excepcional.
Atendiendo a la bibliografía consultada y estado presente de las ruinas del ingenio, destaca el valor socio-testimonial excepcional de la torre mirador o torre vigía, por encima de los restos del torreón y baluarte defensivo y soportal de la casa vivienda. El resto de las ruinas de la casa vivienda no alcanzan este valor. Se propone la rehabilitación de la torre vigía debido a su valor socio-testimonial excepcional.
Por valor paisajístico excepcional.
La implantación del Campo de Golf y Casa Club, además de los objetivos deportivos y turísticos que se contemplan, conllevará el mantenimiento y la mejora de las condiciones ambientales y de los terrenos. Para ello, entre otros factores, se contribuirá a la mejora del paisaje y a la corrección de los impactos paisajísticos del lugar donde se localizan las instalaciones, como la Casa Club. Solo la torre mirador o torre vigía y restos del torreón y baluarte defensivo se encuentran adosados al paisaje. La torre vigía, además, añade un valor singular como hito arquitectónico que resulta atractivo, tanto para el lugar, como para la región. Se propone la rehabilitación de la torre vigía debido a su valor paisajístico excepcional.
Por valor arquitectónico, histórico, arqueológico.
Lo más notable de la composición en planta de las ruinas del ingenio es la presencia del portal frontal. Esto confiere un valor arquitectónico de influencia neoclásica en la fachada principal con la presencia del portal corrido con cubierta inclinada, apoyada sobre columnas, el uso de carpintería de tablero recto en vanos y la utilización de rejas muy simples. Se propone la rehabilitación de la fachada principal debido a su valor arquitectónico, histórico y arqueológico.
Por razones de integridad.
El ingenio fue demolido antes de 1959. Hoy las ruinas presentan notables transformaciones. La casa vivienda conserva algunos muros exteriores originales, como los de la primera crujía. Pero carece de la techumbre original y presenta en el interior numerosos elementos añadidos de ningún valor, como tabiques divisorios, nuevos baños e instalaciones. Los vanos originales han sido transformados y adaptados a otras funciones. Fueron demolidas las columnas del patio interior, y transformadas las del portal frontal. Incluso, fue transformada la techumbre de la crujía del frente. El fortín también ha sufrido notables transformaciones; como se aprecia in situ, una cubierta de hormigón sustituye a la original de madera y teja criolla. La torre vigía se conserva en muy buen estado; solo ha perdido la escalera. Se propone la rehabilitación de la torre vigía debido a su buen estado de conservación.