Cuba se fija en Marbella

El estudio de arquitectura marbellí IGGA, Ignacio García Golf Arquitectura, ha sido elegido para llevar a cabo esta empresa.

Hacía más de 50 años que Cuba no construía un campo de golf, y ahora va a hacerlo, y con unas dimensiones desconocidas en España. El «Golf Club Buenavista» constará de 18 hoyos repartidos en una superficie de 800.000 metros cuadrados, como unos 80 campos de fútbol. El diseño tiene muchas similitudes con los campos de golf del municipio.

Marbella es una de las ciudades de referencia en el mundo en cuanto a la práctica del golf, por su cantidad y calidad de campos. Esto ha propiciado que quienes se dedican a este segmento sean grandes profesionales y puedan exportar su trabajo a diversos países.

Es el caso del estudio de arquitectura marbellí IGGA, dirigido por Ignacio García, quien ha sido elegido para construir un imponente campo de golf en Cuba, país que lleva más de 50 años sin levantar una instalación de estas características.

De nombre «Golf Club Buenavista», se situará en Dolores, a las afueras del municipio de Caibarién, a 350 kilómetros de La Habana. Los terrenos en los que se construirá constan de 282 hectáreas, 80 de las cuales serán campo de golf, dimensiones desconocidas en España, donde los más grandes rondan las 60 hectáreas.

Situación única.

El campo de golf se encuentra en un paraje único situado frente a la bahía Buena Vista, espacio natural protegido declarado por la Unesco en 2000 Reserva de la Biosfera.

Según ha manifestado el arquitecto a Tribuna Express, «el diseño del campo de golf satisface las expectativas desde el jugador profesional hasta el amateur, así como de los amantes de la naturaleza».

La experiencia marbellí.

0.IGGA-cuba-red-37

Su experiencia como arquitecto especializado en campos de golf ha hecho que Ignacio García haya llevado hasta Cuba, no solo la formación a técnicos cubanos, sino ciertas características de los campos del municipio. Por ejemplo, el «diseño verde», gracias al cual todo el proyecto se integra al paisaje de modo natural, con escaso movimiento de tierras. Además, se introducirá un sistema de riego automatizado de última generación apto para el riego con aguas depuradas, como los que se utilizan en Marbella.

En cuanto a los plazos de ejecución de la obra, el arquitecto señala que «aunque de momento desconozco las fechas de inicio y finalización, el proyecto del campo de golf y de la Casa Club de nivel internacional está acabado, cumple los requisitos de la normativa cubana, cuenta con la aprobación de la empresa estatal de proyectos y de la Unidad Técnica de Inversiones Turísticas y del resto de organismos cubanos estatales que autorizan las inversiones turísticas del país».

La incógnita de la hierba.

Lo que aún no se ha decidido es qué tipo de hierba se va a utilizar. Es un tema sensible debido, sobre todo, a la amplitud del campo y a las condiciones climáticas de la isla antillana, con temperaturas muy altas que se combinan con fuertes lluvias torrenciales.

Para decidir este punto está previsto construir un terreno de ensayo donde se va a levantar el campo de golf.

El centro de experimentación ocupará unos 10.000 metros cuadrados divididos en parcelas en los que se sembrarán las variedades seleccionadas de hierba (dos Cynodon Dactilon y dos Paspalum Vaginatum) y se comprobará cómo reaccionan en todas las estaciones del año, mientras se construye el propio campo.

Este centro de experimentación es de vital importancia no solamente para esa construcción, sino que tal y como expone Ignacio García, «permitirá a la entidad inversionista emprender más adelante un programa más ambicioso, sobre todo porque piensa construir más de un campo de golf, que es la producción en Cuba de césped deportivo de la mejor calidad».

Adaptado al clima y al medioambiente.

Tanto para la construcción como para el disfrute del «Golf Club Buenavista» es fundamental tener en cuenta las características climatológicas de la zona. En función de ellas se ha realizado el diseño y se ha elaborado un cronograma para llevar a cabo las obras.

«Para que el sol y el viento predominante no molesten a los jugadores, he dispuesto un recorrido de los hoyos con orientación Norte-Sur y respetando el trazado de los vientos predominantes Este-Oeste. Para proteger a los golfistas de la radiación solar hemos introducido en el diseño la vegetación arbórea que hay en los terrenos, en su mayoría palmas reales, y hemos elaborado un proyecto de reforestación para plantar una gran cantidad de árboles de especies autóctonas, en especial aquellas que arrojan más sombras», explica el arquitecto.

Pero quedan los huracanes. Para ello se ha creado un sistema de drenaje abierto con canales sembrados de césped que recogen el agua pluvial y la conducen hacia los lagos. Además, se han diseñado refugios dispuestos estratégicamente en el recorrido del campo para que cubran un radio máximo de tres hoyos, dotados con aseos y máquinas expendedoras de bebidas, donde los golfistas podrán refugiarse en el caso de que se produzca una tormenta eléctrica, algo habitual en la zona.

Buscar trabajo fuera.

Que un estudio de arquitectura marbellí haya conseguido un proyecto de estas características es motivo de orgullo y satisfacción, pero refleja, por otra parte, la paralización del sector en Andalucía, con decretos promovidos por la Junta que se han demostrado inútiles para revitalizar este segmento turístico.

Así lo considera también Ignacio García, quien añade que «el arquitecto especializado en el diseño de campos de golf es una persona de acción parecida al escritor dramático que con cada una de las obras que representa riñe una batalla». Por eso se buscan proyectos fuera, en zonas que están «descubriendo» el golf como República Dominicana, México o Brasil. La ventaja con la que cuentan nuestros profesionales es la experiencia. García explica que «aprendimos de los primeros diseñadores foráneos que llegaron a nuestra tierra, hasta el punto de que ahora lo que sabemos hacer está muy bien valorado en el mundo. A nadie le extraña que Marbella y la Costa del Sol sea considerada la Costa del Golf más deseada por los golfistas que residen y visitan Europa».

Características del campo.

0.IGGA-cuba-red-36

El campo de golf constará de 18 hoyos repartidos en una superficie de 800.000 metros cuadrados, dimensiones desconocidas en España. Podrá acoger competiciones internacionales de primer nivel (Championship Golf Course). Dispondrá de fairways muy amplios, de estilo americano, par 72 y con más de 6.400 metros de longitud. El trazado conjuga el diseño clásico de calles anchas con arboleda y greens amplios poco protegidos, y el diseño retador de greens con trampas de arena o bunkers.

También cuenta con un campo de prácticas de más de 300 metros de largo y 100 metros de ancho, dotado de tees de práctica con hierba natural y cubiertos, necesarios en destinos caribeños como éste, donde el jugador debe protegerse del sol  en las horas más expuestas del día.

Además, incluye una zona de approach con bunkers de práctica y otra zona con doble putting green a la salida de los hoyos 1 y 10 y a la llegada de los hoyos 9 y 18 y a un paso de la Casa Club.

De esas 80 hectáreas de ocupación, 12 de ellas son láminas de agua, por lo que los hoyos se encuentran rodeados por canales y lagos, que mejoran el drenaje del terreno y se convierten en un obstáculo más del juego.


PDF Prensa Proyecto

Noticias relacionadas

Los comentarios están cerrados.