El diseño de un campo de golf de interés turístico en los terrenos propiedad de Almogía Golf, S. A., en el municipio malagueño de Almogía, es posible en los términos que plantea el decreto de golf andaluz.
La propuesta diseñada por el arquitecto de campos de golf Ignacio García así lo confirma: recorrido de 18 hoyos, superficie de ocupación mayor que 70 hectáreas, longitud de recorrido mayor que 6.000 metros de acuerdo con las normas establecidas por el organismo competente (Real Federación Andaluza de Golf), cumplimiento de las medidas que garantizan la práctica deportiva del juego en condiciones de seguridad para las personas en el interior de las instalaciones y su entorno inmediato (a saber: distancia mínima desde el límite de las calles y greenes en cualquiera de sus puntos a cualquier punto exterior vulnerable mayor que 70 metros; separación entre ejes de calle de al menos 70 metros; distancia mínima entre cualquiera de los puntos exteriores de los tees y cualquier punto exterior vulnerable de 30 metros; distancia mínima entre el eje de cada calle y la más próxima de, al menos, 60 metros). Y cumplimiento de la distancia mínima entre el eje de cada calle, así como desde todas las partes de cada green, incluido el Putting Green de prácticas, de al menos 90 metros hasta la primera edificación, excluidas la Casa Club y las instalaciones de mantenimiento.
Las partes integrantes de los hoyos no están representadas por medio de dibujos artísticos y convencionales, empleados por la mayoría de diseñadores de campo de golf en el escenario nacional e internacional; sino por medio de dibujos geométricos, de mayor utilidad en este estadio preliminar analítico, porque facilitan la comprobación del cumplimiento de las condiciones de seguridad del decreto de golf en Andalucía: círculos para los greenes, los tees de salida y las zonas de caída de bola; y rectángulos para las calles de juego.
El diseño del campo de golf está formado por la superficie destinada a campo de juego y las instalaciones necesarias para la práctica deportiva y el acceso de las personas usuarias, tales como instalaciones de maquinarias y mantenimiento, aparcamiento de vehículos para uso de personas usuarias y trabajadoras, almacenaje, caseta de palos, Casa Club, tienda de golf, restaurante, vestuarios y similares.
La ordenación de la actuación garantiza la independencia física y la autonomía funcional del campo de golf de los suelos urbanos y urbanizables colindantes, asegurando que la actividad deportiva se ejercite en condiciones de seguridad. Las construcciones, edificaciones y demás instalaciones comprendidas en el ámbito del campo de golf, como la Casa Club y el parque de maquinaria y mantenimiento, están ubicadas de forma que garantizan la autonomía funcional e independiente del campo de golf y no interfieren en la práctica deportiva, ni en la calidad paisajística de la instalación.
La implantación del campo de golf prevé y garantiza la conexión a las redes generales de infraestructuras y servicios en condiciones suficientes de capacidad y funcionalidad, mejorando y ampliando las presentes con nueva dotación. Para ello, Ignacio García ha dejado libre una franja con anchura suficiente para la construcción de un vial estructural que unirá la carretera Málaga-Almogía con el camino de Casablanca, sentido hacia MA-3402. La franja divide físicamente la parcela del campo de golf en dos partes integrantes de un único sector independiente y separado de los sectores residenciales y de otros usos propuestos en el Master Plan de ordenación.
Un campo de golf sólo puede llevarse a cabo en terrenos cuyos condicionantes físicos, ambientales y paisajísticos así lo permitan. Raras veces el emplazamiento de un tee, una calle o un green responde a otras razones que no sean las que están presentes en los terrenos.
Para Ignacio García el emplazamiento es la clave del destino del campo de golf, al tiempo que un medio para el desarrollo sostenible de la instalación, por lo que el diseño deberá conocer y aprovechar las condiciones del emplazamiento. Y una de las más importantes, es la pendiente.
La pendiente es la inclinación de un terreno respecto a un plano horizontal. Normalmente el plano horizontal elegido como referencia es el nivel del mar. En general, para áreas de recreo se pueden utilizar terrenos tanto llanos como accidentados sin límites prácticamente (State Geological Survey of Kansas, 1974). Sin embargo, hay que considerar siempre que se pueden producir fenómenos de erosión y deslizamientos debido a la pendiente y a la actividad desarrollada (Marsh, 1978). Así ocurre para pendientes de más del 25% si sobre ese terreno se realizan determinadas construcciones o labores de remoción fuertes. Para pendientes del 12-25% hay peligro de erosión si se disminuye la cobertura vegetal. Cuando la pendiente es del 5-15% se pueden desarrollar actividades agrícolas y de urbanización. Si es del 5%, los terrenos pueden tener usos más intensivos.
Para la práctica del golf, Ignacio García recomienda una pendiente menor que 10% en la mayor parte de las zonas del campo de golf. No sólo permite jugar al golf de modo óptimo, sino que, además, evita problemas de erosión y deslizamientos en la superficie.
La superposición del layout sobre el topográfico natural permite identificar el grado de adecuación del diseño al terreno. En el caso del diseño de Almogía Golf se comprueba una adaptación a los terrenos extraordinaria. No sólo el diseño respeta la morfología del terreno, a pesar de que el terreno natural es muy accidentado, sino que minimiza la superficie alterada por movimiento de tierras e intervenciones. La adecuación a la topografía preserva e incorpora los elementos topográficos significativos como condicionantes de proyecto. El resultado es incontestable: el 75% de las zonas de juego que forman parte del recorrido del campo podrán estar casi niveladas o suavemente onduladas; el 20% estarán ligeramente inclinadas; y sólo cuatro hoyos tendrán plataformas balcón, al menos, en los tees de salida de competición, enriqueciendo la dificultad y estrategia del juego.